Tengo una confesión: nunca he sido de comer antes de hacer ejercicio. De hecho, suelo empezar el día con un café en la mano de camino a una clase de yoga o al gimnasio. Sé que no es un buen hábito, pero no fue hasta que investigué hace poco que empecé a darme cuenta de lo perjudicial que era esta rutina para mí y para mi entrenamiento.
Después de investigar un poco, me di cuenta de que hacer ejercicio con el estómago vacío significaba poner en peligro mi nivel de energía durante el resto del día y debilitar drásticamente mi sistema inmunológico. Asegurarnos de que nuestro cuerpo reciba los nutrientes adecuados antes y después de un entrenamiento es una cuestión MUY IMPORTANTE, ya que maximiza los beneficios de nuestras sesiones de sudor, equilibra nuestra energía al mantener estabilizados nuestros niveles de azúcar en sangre y mejora el funcionamiento de nuestro sistema inmunológico y digestivo.
Entonces, ¿cómo podemos alimentar nuestros cuerpos correctamente antes y después de una sesión de sudor?
Si haces ejercicio por la mañana
Lo mejor es comer dentro de los 30 minutos posteriores a despertarse para que pueda poner en marcha su metabolismo. Pruebe a comer algunos bocados de avena o la mitad de un plátano. Recuerde que tener algo en su organismo es mejor que nada.
Si haces ejercicio por la tarde
Si tienes hambre antes de entrenar, come un refrigerio liviano. Prueba alimentos como un tazón pequeño de avena, un plátano, rodajas de manzana con mantequilla de maní o leche para músculos. También es mejor evitar los alimentos con alto contenido de grasa y cualquier cosa picante antes de entrenar para evitar sentirte lento y tener malestar estomacal.
Después de tu entrenamiento
Intenta comer dentro de los 30 minutos posteriores al entrenamiento para que tu cuerpo no empiece a quemar músculo. Es importante incluir algún tipo de proteína, así que toma un puñado de almendras o prepara un batido de proteínas. Después del primer refrigerio post-entrenamiento, come comidas pequeñas cada 3 horas durante el resto del día. Deberías comer al menos un bocado pequeño incluso si no tienes hambre. Esto evitará que esperes demasiado para comer y luego comas en exceso porque te sientes hambriento.
También es muy importante asegurarse de estar hidratado antes de ir al gimnasio. Trate de beber dos o tres vasos de agua unas horas antes de hacer ejercicio. Recuerde llevar su botella de agua DYLN para que pueda rellenarla cuando sea necesario. Hidrátese durante el día para reemplazar toda el agua que perdió al sudar.
Fuentes: livestrong.com , mayoclinic , msnbc