¿Es posible hacer ejercicio por la mañana?

El estilo de vida moderno se ha vuelto tan exigente que a veces parece imposible pasar un día entero sin desplomarnos. Para poder seguir el ritmo, sentimos la necesidad de estar listos para cualquier momento y mantener nuestra salud en el máximo rendimiento. Para lograrlo, un entrenamiento adecuado se ha convertido en obligatorio, pero numerosas obligaciones cotidianas no nos dejan mucho tiempo para hacerlo. Después de trabajar o hacer recados todo el día, puede resultar difícil encontrar la energía extra para hacer ejercicio. Es por eso que el momento ideal para hacer ejercicio puede ser por la mañana, para comenzar el día frescos y fuertes. Por otro lado, a veces no estamos listos para levantarnos de la cama antes, especialmente en las mañanas oscuras y frías.

Lo más importante que debes recordar es que estos obstáculos solo existen en tu cabeza. Una vez que te acostumbres a este régimen, cosecharás los maravillosos beneficios del aumento de energía que te proporciona el ejercicio matutino. Hemos preparado algunos consejos para que tu transición sea un poco menos dolorosa.

Convence a tu cerebro

Como ya hemos dicho, cada pequeña resistencia que sientes nace en tu cabeza. Incluso los mejores planes de ejercicio pueden irse al traste si te dices a ti mismo que no podrás llevarlos a cabo. Por eso, tendrás que hacer todo lo contrario: imagínate haciendo el ejercicio y disfrutándolo. Alimenta tu cerebro con imágenes de levantarte de la cama, relajado y preparado, con ganas de empezar el día haciendo ejercicio. Puede parecer una locura, pero el poder de la visualización puede llevarte muy lejos. Si puedes imaginarte haciéndolo, sin duda podrás alcanzar ese objetivo. Intenta emplear esta técnica de visualización todas las noches antes de acostarte: tu actitud hacia el ejercicio de la mañana mejorará sin duda.

Preparar la noche anterior

La visualización cambiará tu proceso de pensamiento, pero no cambiará la mañana en sí: puede que siga siendo oscura y fría. En este tipo de ambiente, es muy fácil encontrar la excusa para quedarse en la cama, por lo que es necesario prepararse la noche anterior.

Guarda tu ropa de entrenamiento y una botella de DYLN llena a mano. Termina con tus obligaciones antes de irte a la cama para no tener que lidiar con ellas por la mañana; si pospones el entrenamiento un poco, no lo harás en absoluto. Por supuesto, esto no significa que tengas que saltar de la cama y comenzar a hacer flexiones de brazos inmediatamente. La creencia popular de que no debes comer antes del entrenamiento es un mito : un desayuno saludable te proporcionará energía y pondrá en marcha tu metabolismo. Incluso puedes permitirte tu "ritual del café" matutino porque la cafeína también puede ofrecer algunos beneficios para el entrenamiento en cuestión. Simplemente no te demores demasiado: tomar un bocado y un sorbo de café se puede hacer en diez minutos.

Salir​

La naturaleza puede ser tu mejor aliada en tu régimen de ejercicios porque te quita la repetición y la rutina de un espacio cerrado. Cuando nos levantamos temprano es inevitable sentirnos un poco estresados, y un hermoso paisaje matutino es una excelente manera de hacer que ese estrés desaparezca. Puedes comenzar caminando o trotando, pero otra excelente manera de sudar es subirte a la bicicleta. De esta manera, puedes llegar más lejos y cambiar de ruta, incluso subirte a las colinas. Solo asegúrate de tener el equipo adecuado para el viaje que tienes por delante: con unos pocos clics podrás comparar fácilmente las bicicletas en línea y encontrar la que sea perfecta para tus rutas . Luego, lo único que queda por hacer es sumergirse en el paraíso verde, con el sol en los ojos, el viento en el pelo y las calorías fuera de la vista.

Invitar a un amigo

Todos sabemos que las tareas son más fáciles cuando tienes un amigo a tu lado que te ayuda y te motiva. Si se responsabilizan mutuamente, tendrán más probabilidades de cumplir con sus compromisos. Solo ten cuidado con quién invitas: el amigo debe estar en la misma sintonía que tú y buscar una motivación adicional y no solo una oportunidad para pasar el rato. Por otro lado, sería genial si se trata de una persona querida a la que no ves muy a menudo; esperar con ansias su compañía te hará tener más ganas de comenzar a hacer ejercicio.

No te duermas ante esta idea

Como puedes ver, es posible hacer ejercicio por la mañana sin sentirte malhumorado. El sol está saliendo afuera y un amigo esperando es una oportunidad perfecta para hacer de tu mañana una ocasión alegre. Todo lo que se necesita es un poco de disciplina y mantener la mano alejada del botón de repetición de alarma del despertador.