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Cuando se trata de vivir una vida feliz y saludable, dormir mejor es uno de los trucos más antiguos. ¿Por qué es tan difícil lograrlo? Encontrar más tiempo para dormir durante las semanas más ajetreadas puede ser complicado. Además, vivimos en un mundo de conexión digital constante en el que nuestras listas de tareas se extienden hasta la madrugada y muchos de nuestros jefes se sienten con derecho a enviarnos correos electrónicos mucho después de nuestra hora de dormir.
Dicho esto, le debemos a nuestro cuerpo hacer todo lo posible para conseguir un sueño reparador todas las noches. Dormir bien es saludable y eficaz: cuando descansamos bien, somos más productivos, es más divertido pasar tiempo con nosotros y, en general, gestionamos el estrés con mucha más gracia. Pruebe algunos de los siguientes trucos para conseguir un descanso de calidad cada noche.
Crea rituales para la hora de dormir
Los rituales ayudan a que tu mente y tu cuerpo entren en “modo de descanso” cada noche, y también te proporcionan una rutina de relajación fiable que puedes esperar con ansias durante el día. Intenta terminar el día con un baño caliente, hacer algunos estiramientos relajantes antes de acostarte o leer un capítulo de un libro cada noche antes de irte a la cama.
Baja las luces en tu espacio
Una o dos horas antes de acostarte, crea una “iluminación ambiental” relajante en tu espacio con la ayuda de luces parpadeantes, una luz de noche o un regulador de intensidad. También considera la posibilidad de deshacerte de la tecnología una o dos horas antes de acostarte, ya que la “luz azul” que emiten las pantallas digitales dificulta que nuestra mente se relaje. Si no puedes dejar de usar las pantallas por completo, activa la opción “turno nocturno” de tu teléfono o configura una aplicación de computadora que limite las emisiones de luz azul de tu pantalla durante las horas de la noche.
Utilice su dormitorio únicamente para dormir
Si tu espacio vital es lo suficientemente grande, intenta utilizar tu dormitorio únicamente para dormir y relajarte. Puedes delegar el trabajo, ver la televisión y otras actividades en la sala de estar, el comedor u otras áreas de tu hogar. Incluso puedes considerar cargar tu teléfono celular en otra habitación de tu hogar durante la noche. De esta manera, cuando te retires al dormitorio cada noche, te sentirás relajado al instante y tu cuerpo sabrá que es hora de dormir.
Combatir los pensamientos nocturnos
Si tu mente empieza a correr en cuanto pones la cabeza en la almohada, ten un cuaderno al lado de la cama para anotar los pensamientos que te surjan. Si piensas en algo que debes recordar hacer al día siguiente, escribirlo puede ayudarte a dejarlo atrás hasta la mañana siguiente para que puedas quedarte dormido. Si tienes problemas para conciliar el sueño y no quieres quedarte atrapado en un bucle de pensamientos ansiosos, intenta centrarte en un tema positivo mientras te quedas dormido, como hacer una lista mental de todos los acontecimientos del día por los que estás agradecido.
Evite la cafeína a última hora del día
Limite su consumo de cafeína después de las 2 p. m. aproximadamente para no estar demasiado nervioso a la hora de acostarse. Las noches antes de tener que levantarse temprano, limite también la cantidad de alcohol que consume.
Preste atención a los detalles
A veces, las pequeñas cosas pueden marcar la diferencia. Si tienes problemas para relajarte o eres de los que les encanta quedarse despierto hasta la última hora, intenta crear un ambiente positivo para la hora de dormir con detalles como velas, un antifaz o almohadas extra mullidas.
Conclusión
No es fácil dormir bien todas las noches, pero debemos intentarlo siempre. Una persona bien descansada es una persona más feliz y más sana. Así que adelante, duerme un poco más. Te lo mereces.