El yoga es maravilloso. En una clase de yoga, puedes estirar y fortalecer tus músculos, calmar tu sistema nervioso, experimentar momentos de claridad vital y hacerte amigo de personas de mente abierta.
Es una práctica que mejora tu bienestar de maneras muy obvias y de maneras menos obvias, pero igualmente valiosas. Cuando hayas practicado yoga durante un tiempo, es posible que llegues a un punto en el que te preguntes: ¿Cómo puedo sacar más provecho de esto?
Hazte estas 6 preguntas extrañas durante tu próxima clase de yoga y quizá te ayuden a profundizar en el potencial de tu práctica.
1. ¿Estoy sintiendo esto?
Si estás manteniendo una postura intensa y tus músculos se están calentando, tu respuesta inmediata a esta pregunta podría ser ¡SÍ, por supuesto!
¿Pero estás seguro?
¿Sientes la postura, el movimiento o la quietud de todo el cuerpo? ¿Sientes la respiración? ¿Sientes los latidos del corazón y las sensaciones en las yemas de los dedos?
2. ¿Estoy aquí?
Puede que tu cuerpo esté sobre la colchoneta, pero ¿realmente estás ahí? ¿Estás concentrado en lo que estás haciendo o estás distraído? Cultivar la capacidad de estar presente, en el momento, añade gran profundidad a tu práctica de yoga.
3. ¿Cómo se sienten mis párpados en este momento?
Tómate un momento para observar tus párpados. Cómo se sienten, cómo se mueven, cuándo parpadeas. ¿Cada parpadeo es consciente o involuntario?
Haz lo mismo con otras partes del cuerpo también.
4. ¿Quiero hacer esta postura?
Es un error pensar que para desarrollar la práctica del yoga y "profundizar" es necesario adoptar o mantener una postura. A menudo, es incluso más importante estar en sintonía con lo que te hace sentir bien y lo que no en ese momento, y respetar tus límites físicos y emocionales en un día determinado.
Decir “Sabes qué, no quiero hacer esta postura hoy” Y tomar algunas respiraciones en balasana (postura del niño) puede resultar empoderante. Aprender a respetarte a ti mismo de esta manera en la colchoneta de yoga puede ayudarte a plantearte preguntas similares en otras áreas de tu vida.
5. ¿Estoy estable?
En lugar de pasar a la variante más desafiante de una postura tan pronto como te la ofrece el profesor, tómate tu tiempo.
Sthira, o firmeza, es un componente importante de una práctica de yoga sólida y sostenible. ¿Estás firme donde estás? ¿Podrías permanecer así por más tiempo y darle tiempo a tu cuerpo para que gane fuerza y firmeza antes de pasar a variaciones técnicamente más desafiantes?
Tu práctica física se beneficiará de un desarrollo lento y constante, y también podrás experimentar los beneficios emocionales de un progreso lento.
6. ¿Soy diferente de los demás?
Pasamos mucho tiempo intentando diferenciarnos del resto. De una forma u otra, queremos ser únicos, y desde muy pequeños nos han dicho que es importante que caminemos por la delgada línea que separa "encajar" de "ser nosotros mismos". La cuestión es que somos únicos, pero también somos iguales. El yoga nos da la oportunidad de dejar de esforzarnos por destacar y aceptar nuestra unidad con todos y con todo lo demás.
En tu práctica de yoga, puedes ser tú mismo sin intentarlo y puedes disfrutar sintiéndote conectado con todo lo que está fuera de ti.